Por: Arelis Marrero González
La Navidad siempre ha sido una época mágica para mi familia, pero más allá de los regalos y las decoraciones, siempre he sentido el deseo de transmitir a mis hijos el verdadero significado de esta celebración a través de nuestra fe católica: el nacimiento de Jesús. Fue con ese deseo en mi corazón que, hace varios años, decidí crear una tradición que nos ayudaría a prepararnos espiritualmente durante el Adviento: nuestro propio Calendario de Adviento.
Cuando mis hijos mayores, Juan Pablo y David Alonso, eran pequeños, comencé a hacerles un calendario especial para contar juntos los días hasta la Navidad. Recuerdo cómo sus ojos se iluminaban cada vez que íbamos al calendario, llenos de emoción por descubrir qué actividad o reflexión nos esperaba. No se trataba solo de contar los días, sino de aprovechar esos momentos para detenernos, hacer una pausa en medio del ajetreo de la vida y dedicar tiempo a orar y meditar como familia.
Con el paso de los años, esta tradición se convirtió en un pilar de nuestra preparación navideña. Cada día, juntos, realizábamos actividades que nos recordaban quién es Jesús y qué significa verdaderamente Su nacimiento para nosotros. Algunas actividades eran simples, como una oración o una canción, y otras más elaboradas, pero todas tenían un propósito: ayudarnos a acercarnos más a Dios y a vivir nuestra fe de manera más profunda.
Recuerdo especialmente el Adviento del año 2017, cuando Puerto Rico estaba aún recuperándose de los devastadores efectos del huracán María. Fue un tiempo muy duro, pero a pesar de las dificultades, decidimos seguir con nuestra tradición del Calendario de Adviento. Ese año fue diferente, ya que invitamos a varias familias amigas a unirse a nosotros. Nos propusimos rezar por las personas que habían sido afectadas por el huracán, dividiendo el mapa de Puerto Rico para orar por diferentes pueblos cada día. Ese gesto nos enseñó el valor de la solidaridad y la empatía, no solo a nuestros hijos, sino también a todos los que nos rodeaban.
Hoy, mirando hacia atrás, me doy cuenta de lo importante que fue para nosotros tener esos momentos de oración y reflexión familiar. El calendario no solo nos ayudó a prepararnos para la Navidad, sino que nos unió más como familia y nos enseñó el valor de vivir la fe en comunidad. Por eso, este año, decidí crear este año el Calendario de Adviento "Jesús, el nombre sobre todo nombre". Quiero compartir con más familias lo que hemos vivido y ofrecerles una herramienta sencilla pero poderosa para que también puedan descubrir, día a día, el verdadero significado de la Navidad.
Este calendario no es solo una cuenta regresiva hasta el 25 de diciembre, es un viaje espiritual. Cada día exploramos un nombre o título de Jesús, con una actividad, una oración y un texto bíblico que nos recuerda quién es Él y cómo podemos seguir Sus enseñanzas. Además, incluye una hoja de stickers con un rompecabezas que los niños pueden completar poco a poco hasta el día de Navidad, creando un hermoso momento de anticipación y alegría.
Quiero invitarte a que este Adviento vivas una experiencia diferente. No importa si eres católico o cristiano no católico, lo importante es que aproveches esta oportunidad para que, como familia, puedan reunirse, orar juntos y recordar el verdadero motivo de la Navidad: Jesús.
Así que, este año, te animo a hacer una pausa, a tomarte ese tiempo para reflexionar y a unirte a nosotros en este hermoso viaje de fe. Que el Calendario de Adviento "Jesús, el nombre sobre todo nombre" sea una fuente de bendiciones para ti y para los tuyos, tal como lo ha sido para mi familia.
¡Que tengan un Feliz Adviento y una muy bendecida Navidad!
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